lunes, 27 de diciembre de 2010

Se vende.

¿Dónde se guarda la tristeza cuando ya no cabe en el cuerpo? ¿Hay una cuenta corriente donde pueda depositar la angustia que me sobra? ¿Hay un banco que cambie dolor por dólares?

Vendo al peor postor: un combo único de tristeza, angustia, melancolía y unas ganas de llorar constantes a un precio increíble. Si llama ahora mismo también recibirá con su combo una puntada en el medio del pecho y la séptima letra del abecedario tatuada en cada centímetro de su piel. Incluye también dos años de recuerdos mágicos, la sonrisa más hermosa del mundo dibujada con fibrón indeleble en la memoria y mil poemas de amor compuestos con la certeza de lo eterno.

Vendo también un mes de distancia y discusiones sin sentido, un mes de llanto y malentendidos. Vendo conversaciones telefónicas esperanzadoras y su continuación catastrófica un par de días después.

Busco comprador que necesite noches eternas, mañanas de desayunos con mate y bizcochitos, tardes en el centro y cuantos momentos más quiera conseguir.

Permuto una memoria entera: necesito una con menos áreas grises.

Quien esté interesado búsqueme en una plaza, preferentemente grande y con muchos árboles y bancos, o bien, si le resulta más cómodo, a orillas del río Paraná.

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