jueves, 31 de mayo de 2012

La vuelta de los tres

Volví.
Respiro de nuevo entre
la tierra que removí.
Me muevo cómodo desde
los escombros de mi tumba (escombros perlados, de mármol).

Volví con ímpetu de ser fuego
volví a quemar mentes
volví a derretir oídos,

y a abanicarme con tus odios
sólo eso sería razón
inmediata, absoluta, para volver.

Eso y por supuesto
Carmina. Carmina éter eternamente (¡Delia!)

Eso y el que hace la lluvia
totalidad en sí mismo.
Y quizá un alma en pena circundante más.
(¿Quién habla? ¿Quién es nuevo
en la penumbra del papel?).
Empaparme de su lluvia
en todo lo que pueda llover.
Te sigo, Rainmaker.
Yo, y los otros dos dentro de mí.

Dorian, Delia, y un tercero que prefiere el anonimato.