lunes, 10 de diciembre de 2012

Saquenmeyadeacá

Aroma a río
y tierra húmeda
afeites venenosos
estacados en la mente.

Desintoxicación inmediata
viento patagónico que sacuda
y borre lo que sobra en mí.

Que me saquen del
paredón de fusilamiento
a tiempo.
O que me ametrallen
rápido y me tiren al mar.

El limbo de la duda
de los naranjos y los
bacanales es peor
condena que la muerte.

Arrancando mi persona del mundo
matando a la bacante que me ata
un tobillo con alambre de púa
tenga quizá una chance
de volver a ser
de volver a mí
de no morir así.

Delia

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