Llueve copiosamente
adentro y afuera
afuera se ahueca la tierra
adentro se desintegra
algo de mí
(que se supone era importante).
Entre el sueño eterno
las blondas beldades escandinavas
y el silencio voluntario (deja vú!)
la lluvia se escucha más fuerte.
Se alimenta del miedo. Yo lo sé y nadie me cree.
Allá a lo lejos
un punto color crema:
Carmina Vespertina.
Delia
Toda la lluvia es todo el ácido, porque limpia y corroe a la vez. Y el ardor y por supuesto que escandinavo y las Valquirias y su cabalgata (y también Hitler escuchando y fumando en medio de la lluvia). La lluvia es el hogar de todos los monstruos. Hasta mañana.
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